¿Qué nos pasó? No es una pregunta que me hice sólo yo, estoy segura que muchos otros se la han preguntado cuando algo que parecía tan bello acaba sólo porque si. ¿Qué nos pasó? A dónde fueron todas esas conversaciones a altas horas de la noche cuando ambos luchábamos contra el sueño solamente para poder seguir hablando, aunque a la mañana siguiente debíamos despertarnos temprano. Y qué pasó con “yo cuidaré tu corazón y haré todo para que siempre haya una sonrisa en tu cara”. Decime ingenua, pero yo creí en vos. Creí que lo que teníamos era especial, que no era casualidad que compartiéramos tanto, que tuviéramos tantas cosas en común. Que de alguna manera ambos soñáramos con libertad, libertad de recorrer el mundo y que en algún punto llegáramos a pensar que fuese posible hacerlo juntos. Después de vos vinieron otros, pero no tuve la dicha de encontrar a otro con quien compartir mis miedos y alegrías, mis sueños, mis ilusiones y todo eso que compartí con vos. No reí con nadie como lo hice con vos, no he hecho las locura que con vos hacía. No es que te quiera de vuelta, no quisiera que con alguien más todo fuera como fue con vos. Solamente me puse a recordar que la pasamos bien y aunque no nos duró mucho es algo que se quedará conmigo.